Etapa 5

Los equipos se despedirán del sur de Marruecos a lo grande. La salida a las pistas tendrá lugar al lado del campamento.

Los participantes con la fatiga acumulada y con las mecánicas de sus Pandas de... aquella manera..., se enfrentarán a un examen en el que se reunirán todas los desafíos que ofrece el terreno en el desierto de Marruecos. Recorreremos una pista militar que, en su momento, el gobierno balizó para el rally París-Dakar, así que... ¡Para allá que vamos!

Justo antes de acabar el sector de pista, los equipos tendrán que cruzar un río de arena de unos 800 metros. El equipo de reconocimiento ha realizado este tramo con un vehículo de tracción delantera pero, hemos de decir que, en el mes de marzo y a punto de llegar la primavera, las temperaturas son más elevadas y la arena estará más blanda. Sin duda, son zonas que requieren de habilidad, pero los equipos llevan días cogiendo tablas para superar esto y mucho más.

Una vez acabada la pista, los equipos ponen rumbo a Agadir, no sin antes atravesar la parte de la cordillera del Atlas que les faltaba por recorrer: el pequeño atlas. Un puerto de montaña lleno de curvas pero, a la vez, con una de las panorámicas más increíbles del raid. ¡Qué montañas!

En este caos de rocas los contrastes son extremos: Un espectáculo para visualizar con calma, aunque no hay que quedarse rezagado, la ruta es larga y merece la pena llegar a contemplar la puesta de sol en un campamento instalado al borde del Oceano Atlántico. 

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